Para las empresas de transporte, cada kilo extra cuenta. Los ejes sobrecargados no solo dañan los vehículos, sino que también aumentan el riesgo de accidentes y conllevan fuertes multas en los controles de carretera. Los gestores de flotas suelen darse cuenta demasiado tarde, ya sea cuando se impone una multa o cuando el vehículo se avería por exceso de carga. Gestionar el peso por eje sin datos en tiempo real es prácticamente imposible.


 
                                         
                                        